APARTADLA
pero siempre me estallas,
recurrente;
entonces todo es fiereza,
la discordia mana de los poros del mundo,
tiemblo dormido,
despierto lloro,
y en la duermevela no soy yo,
soy un algo, acaso un suspiro
por más un turbio silencio.
…. ………….
….
Apartadla,
no la dejéis llegar,
que no me alcance,
sea desconocido por siempre,
nada ni nadie me ate más.
¡Fuera las manos!,
lejos los besos regalados,
la sangre no me queme el pensamiento,
los lazos se rompan contra el viento,
y que jamás me alcance.
Alejadla,
no la dejéis llegar,
que no me encuentre,
que no me maltrate,
y el silencio, al fin, me amanse
o por más, simplemente, me alcance.
Poemario: "Libro de Sal" de Juan E. Liébana Cazalla
Poema: Apartadla