La
silla
¡Palpita!
cruje desaliñada
como dormida acaso
inerme y asombrada
con su cáñamo seco
de dolor verde
de verano inclemente
como la siembra
como la luna nueva
esparto duro como la tormenta
anea pura la piel de sus venas
callando sola
los ácaros recuerdos
pasados y recientes
que en sus rincones viven inmortales
por años y por males.
10-06-2014
Poemario: Libro de las Sensaciones