Brillas
Tu luz brilla,
cada mañana,
e inunda los espacios,
florece, como los nenúfares,
flotando, amarillos como el sol,
en cada amanecer,
aupándose a las altas frondas,
para quedarse
en cada oquedad cadenciosa,
en cada orquídea luminosa
en el suspiro melancólico,
en cada poro silencioso,
en el vaivén de la olas,
en el rocío de una hoja,
en cada palabra de tu voz espumosa.
Tu luz luce
con la templanza de la tarde,
con la perla sorda de la siesta,
con la penumbra inquieta,
con la cortina dormida del patio,
con la mosca desalmada y puñetera,
con el afán de una promesa cualquiera,
con la sombra de la arboleda,
con el agua fresca de la acequia,
con tus ojos negros tras la puerta.
Tu luz duerme cada noche a mi vera,
descubriendo los fríos cometas,
acallando centellas,
contando estrellas,
mezclando sueños, flores y enredaderas,
besando de tu labios, tu luz de fresa,
y siempre soñando.
09-04-2014
Poemario: Libro de las Senaciones